Sony interpuso recientemente una demanda contra Tencent
El sector de los videojuegos ha sido escenario de una nueva confrontación judicial entre dos de sus actores más influyentes. Sony interpuso recientemente una demanda contra Tencent, asegurando que su próximo lanzamiento, Light of Motiram, guarda demasiadas similitudes con la franquicia Horizon, una de las propiedades intelectuales más valoradas de PlayStation.
De acuerdo con el escrito legal presentado por Sony, el título de Tencent habría reproducido “elementos característicos” de Horizon, entre ellos el entorno posapocalíptico y el enfrentamiento contra criaturas con apariencia mecánica. Para la compañía japonesa, estas coincidencias no pueden considerarse casuales.
La respuesta de Tencent no tardó en llegar. En un comunicado, la firma calificó la demanda como “sorprendente” y defendió la legitimidad de su proyecto: “Sony pretende cercar un espacio temático que pertenece a la cultura popular en su conjunto, no a una sola empresa”, afirmó un portavoz. Desde su perspectiva, Light of Motiram se inspira en arquetipos narrativos presentes en la ciencia ficción desde hace décadas, por lo que no debería considerarse una copia.
Expertos de la industria señalan que el caso podría convertirse en un precedente relevante. “El problema radica en definir hasta qué punto una idea puede protegerse legalmente”, explicó la analista de videojuegos María Hernández. “Las similitudes en la ambientación o en las mecánicas no siempre son suficientes para hablar de plagio, pero este juicio podría redefinir ese límite”.
Sony, por su parte, ha reiterado que defenderá la integridad de su franquicia. “Horizon es fruto de años de innovación y creatividad, y no permitiremos que se diluya su valor”, señaló un representante de la compañía.
La disputa apenas comienza, pero deja en evidencia un dilema que la industria del gaming arrastra desde hace tiempo: la delgada línea entre la inspiración legítima y la apropiación indebida. Sea cual sea el fallo, el resultado podría moldear la manera en que los tribunales entienden la originalidad en los videojuegos en los próximos años.